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El 72% de los centros de salud de la Comunidad de Madrid no tiene suficientes médicos

Un estudio realizado por el Observatorio de la Atención Primaria de los sindicatos AP Se Mueve y Amyts calcula que 764.000 madrileños no tienen seguimiento por parte de un médico asignado, ya sea de medicina familiar o pediatría

Casi tres de cada cuatro centros de salud la Comunidad de Madrid, el 72,7% del total, tiene un déficit de médicos. Unos 764.000 madrileños, el 11% de la población, no tienen seguimiento por parte de un médico de familia o pediatra asignado. 42 centros de salud, de un total de 267, pueden considerarse en estado crítico o caído por la falta de profesionales de medicina familiar, y suman 81 en esa condición...

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Casi tres de cada cuatro centros de salud la Comunidad de Madrid, el 72,7% del total, tiene un déficit de médicos. Unos 764.000 madrileños, el 11% de la población, no tienen seguimiento por parte de un médico de familia o pediatra asignado. 42 centros de salud, de un total de 267, pueden considerarse en estado crítico o caído por la falta de profesionales de medicina familiar, y suman 81 en esa condición por la falta de pediatras. Este es el panorama sanitario en la región, según un pormenorizado estudio que han realizado los sindicatos Amyts y AP Se Mueve, que han presentado este lunes en una rueda de prensa. El informe “de la situación real” de los médicos de familia y los pediatras en la atención primaria madrileña se resume en falta de personal y sobrecarga del existente con números alarmantes.

La probabilidad de que un madrileño vaya a su centro de salud y se encuentre con que su médico de familia o pediatra no está, no ese día, sino de forma permanente, es de casi uno de cada 10. Dentro de esas 764.000 personas se cuentan unos 139.000 niños sin acceso a un pediatra fijo. La Comunidad de Madrid tiene 3.812 plazas de médicos de familias, pero de ellas el 11% está sin cubrir, ya sea porque están vacantes, por reducciones de jornada que no se han cubierto o por ausencias de larga duración (como pueden ser bajas laborales, permisos de maternidad o paternidad, comisiones de servicio o excedencias). En el caso de los pediatras, con una plantilla de 963 especialistas, la situación es peor, porque el 14,5% de todas las plazas no están cubiertas.

De los 267 centros de salud de la comunidad, solo 73 pueden presumir de tener todas las plazas de medicina cubiertas, porque los 194 restantes (el 72,7%) tiene al menos un faltante. “Esos centros hacen una medicina casi de guerra”, ha asegurado Antonio Cabrera, médico del centro de salud Daroca y delegado de AP Se Mueve. En mayo de 2024 la Consejería de Sanidad aseguraba que en toda la comunidad existían 22 centros en estado crítico por la falta de médicos ―los que tienen menos del 80% de la plantilla cubierta―, pero en septiembre emitían un comunicado en el que informaban la reducción de esa cifra en un 80%: como por arte de magia en cuatro meses se había logrado bajar a solo cinco centros con esa clasificación. La administración no dio nombres en ningún momento para “no estigmatizar”, pero siempre fueron bien conocidos los casos de centros como el Abrantes o el Vicente Soldevilla, que luego logró salir de esa clasificación gracias al empeño de seis médicos recién graduados.

Las cifras que aporta el informe de AP Se Mueve y Amyts le dan un vuelco a la situación. No solo no se ha mejorado, sino que ha empeorado respecto a mayo del pasado año porque ahora se calcula que son 42 los centros de salud críticos por la falta de médicos de familia, y 81 por la ausencia de pediatras. Algunos repiten como caídos en ambas categorías, como es el caso del centro de salud Potes (Villaverde) donde faltan tres médicos de familia de una plantilla de 10 y dos de tres pediatras; o en El Molar, en el que están ausentes dos de cinco médicos de familia y cuatro de siete pediatras.

Los sindicatos aseguran que la consejería ha cambiado “las reglas del juego” respecto a los criterios para clasificar a un centro de salud como de difícil cobertura, que eran aquellos donde el 20% de la plantilla estuviera vacante de forma permanente. Desde mayo de 2024, los profesionales que ocuparan plazas en dichos centros recibían un incentivo económico, que, de hecho, se dejará de pagar a finales de abril. Menos de un año después, la administración ha ampliado el margen hasta el 30% de vacantes permanentes para declarar a un centro de difícil cobertura y, según señala el informe, tiene “trampa” porque se excluyen las ausencias de larga duración de consultas con un médico titular, sin importar si están dos o más meses sin asistir. “Esto supone afrontar cada jornada con al menos un 30% menos de plantilla, más las ausencias previsibles e imprevista”, se lee en el documento.

El Observatorio solicitó a través del Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid los datos de cuántas horas extra han realizado los médicos madrileños para absorber la demanda asistencial durante todo 2024. La respuesta fue que se realizaron 382.569 horas de más en la medicina de familia, lo que equivale a la jornada ordinaria de 272 médicos y 56.743 horas en la pediatría, que serían otros 57 especialistas. “Desde la Consejería se intenta dar una idea de que todo va muy bien, pero la realidad no es esa. La realidad es que los profesionales en activo están haciendo el trabajo de muchos otros compañeros”, ha señalado Isabel Vázquez, presidenta de Amyts en la rueda de prensa.

El estudio concluye que estas políticas de “trilerismo” o “maquillaje” de la realidad no ayudarán a la comunidad a mejorar su atención primaria. Entre esas políticas resaltan un nuevo modelo de contratación que se está empleando en determinados sitios de la región, y que consiste en “obligar” a profesionales a trabajar en diferentes centros de salud a la vez. “Se cubren varias consultas con un mismo profesional trabajando parcialmente en todas ellas”, se lee en el documento. Según sus cálculos, son 27 los centros de salud que comparten médico de familia a través de este modelo y tres, pediatras.

“Médicos hay en la Comunidad de Madrid, pero lo que hay que lograr es que se queden en la atención primaria”, añade Vázquez. La región tiene uno de los ratios más altos de España de médicos por habitantes, pero en la atención primaria tiene uno de los más bajos: solo 69 por cada 100.000 pacientes. Gran parte de los profesionales migran hacia la privada buscando mejores condiciones laborales, pero la realidad del paciente de la pública es otra, la que queda patente en este informe. Según los representantes de los sindicatos, una de las soluciones es que se realice una OPE especial para cubrir los puestos vacantes, y ponen de ejemplo el caso de País Vasco, donde se ha convocado a una OPE extraordinaria solo para cubrir centros de salud de difícil cobertura. “Yo diría que falta voluntad, fata una mirada hacia el futuro, porque ahora solo hay una preocupación por la imagen que se proyecta”, asegura.

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